sábado, 12 de mayo de 2018

COMPARTIMOS Y NOS DESPEDIMOS




Haciendo balance del curso, considero positivamente que:
- Ha sido un curso muy bien estructurado, con contenidos interesantes que han enriquecido mi práctica profesional.
- Ofrece la oportunidad de observar las prácticas de otros compañeros/as, algunas de las cuales han estado muy logradas y han sido inspiradoras para mis actividades. En este sentido, ha sido muy interesante la infografía elaborada con todos los recursos generados durante la edición. No obstante, me hubiera gustado poder dedicar más tiempo a este aspecto.
- Me ha permitido retomar el uso de herramientas TIC que tenía algo oxidadas.

Por otra parte, considero que el uso de las herramientas TIC en la presentación de las prácticas se lleva demasiado tiempo, tiempo que me hubiese gustado dedicar a la indagación sobre herramientas a utilizar para el trabajo con el alumnado TEA, por ejemplo. Algunas de las valoraciones se han centrado precisamente en el uso de dichas herramientas y no en el contenido de las actividades.

lunes, 7 de mayo de 2018

ACTIVIDAD 3.4

     Aprovechando que mi alumno con TEA tiene lectoescritura, pero al mismo tiempo le llaman mucho la atención las imágenes, he elaborado un mapa conceptual sobre buenos hábitos alimentarios.
     Son contenidos que vienen justificados por:
- Se enmarcan dentro de los contenidos propios a trabajar en el taller de cocina.
- Están acordes a la edad de mi alumnado.
- El alumno con TEA presenta dificultades con determinados alimentos y creo que trabajar buenos hábitos puede ayudarle a entender que hay alimentos muy necesarios que debe comer.
     Representa, por tanto, un mapa conceptual donde algunos aspectos vienen claramente definidos y otros, como por ejemplo la pirámide de los alimentos y la dieta equilibrada, habría que desarrollarlos más específicamente. En cualquier caso, creo que el desarrollo de hábitos saludables, en este caso de alimentación, es fundamental según el concepto de calidad de vida ya visto.

viernes, 4 de mayo de 2018

ACTIVIDAD 3.1


El articulado leído no hace sino ratificar mi forma de pensar y actuar en relación a la educación de mi alumnado: el objetivo último es formar personas, que manifiesten sus gustos e intereses propios, con habilidades sociales y comunicativas suficientes para participar en su contexto familiar y social, con recursos para tomar iniciativas dentro de un orden, con capacidad para planificar sus actuaciones y asumir consecuentemente el resultado de las mismas.
Quizás el hecho de situarme en un periodo de transición a la vida adulta me ha ayudado a centrarme más en estas consideraciones, dando un carácter más funcional y significativo a los objetivos y contenidos más académicos que pudieran tener mayor relevancia en etapas anteriores. Luis Simarro en su libro “Calidad de vida y educación en personas con autismo” establece precisamente una diferenciación entre alumno y persona como necesaria para orientar la educación de las personas con TEA.
Ofrecerles la oportunidad de opinar, por ejemplo, la receta que le gustaría realizar en el taller, elegir el color a utilizar a la hora de marcar o de la cartulina a utilizar conforme a su gusto, decidir sobre qué ingrediente echarse sobre el creppe, etc. es ofrecerles oportunidades de decisión y elección, es considerarles como personas con las que comparto un contexto de aprendizaje (taller de hogar, de cocina, entorno, huerto, etc.). Es más, es en la realización de esas tareas cotidianas donde se deben desarrollar sus habilidades más deficitarias, sin necesidad de programas específicos: creo que habilidades como la atención, memoria, habilidades sociales, de razonamiento, etc. no precisan de actividades concretas y específicas, sino que hay que saber aprovechar las actividades habituales para ponerlas en evidencia y trabajarlas en el devenir de la propia actividad, porque es cuando cobran sentido. Por ejemplo, no necesito actividades específicas de atención y memoria cuando podemos realizar una actividad de recortar (observación, atención y coordinación) y ordenar los pasos seguidos en la elaboración previa de una receta (memoria)    
Son aspectos que, efectivamente, redundan en una calidad de vida de mi alumnado. Pero, qué duda cabe, el contexto familiar y social más cercano al alumnado ha de ser también conocedor y cómplice en el desarrollo de dichas capacidades y habilidades de forma generalizada, ofreciéndole oportunidades de expresar necesidades e intereses, de elegir y decidir conforme a ellos.
Sin embargo, la forma de proceder de algunas familias es, quizás, la mayor dificultad con la que me encuentro en mi trabajo. Entre mi alumnado se encuentra quien, cuando se pide opinión respecto a algo, siempre espera la respuesta de algún compañero/a porque se siente inseguro. No tiene criterio propio debido, seguramente, a que se han atendido a sus necesidades antes de que las manifieste, no se le pide opinión, todos sus actos están muy dirigidos… por lo que no siente ni la libertad ni la necesidad de manifestarse, con la pérdida de oportunidades para su desarrollo personal que, a mi juicio, ello conlleva. 
Son muchas las veces que les insto a que les digan a sus padres que ellos se preparan el desayuno porque saben, que ellos se atan los cordones porque saben, que pidan lo que quieren o necesitan y que digan lo que no les apetece, que lo que puedan hacer por sí solos lo hagan al igual que lo hacen en los talleres… Pero, otras tantas son las veces que se les sigue considerando niños pequeños, sin capacidad para opinar, con opiniones sin valor, o simplemente, se les atribuye un concepto erróneo de felicidad en el que se piensa que la responsabilidad les conlleva molestia.

jueves, 19 de abril de 2018

ACTIVIDAD 2.2


Tabla conductas positivas de SoniaMaríaLapaz1

Si bien las conductas elegidas están presentes en mayor o menor medida en el resto del alumnado, en el alumno con autismo son muy deficitarias o nulas.
Expongo el panel de registro en la pared, junto a su mesa, para que lo tenga presente a lo largo de la jornada. Como cada mañana, al entrar a clase, el alumno explora el aula en busca de nuevos elementos y, al encontrar el panel, se queda mirándolo. Aprovecho para explicarle cuáles son las conductas que se espera que haga y la consecuencia que tendrá su realización (recibirá un “ok” y cuando consiga tres “ok” podrá jugar en el ordenador).
Para mostrarle cómo conseguir un “ok” he forzado una situación en la que ha tenido que pedirme su cuaderno por favor. Acto seguido he recortado su “ok” y lo he pegado en el lugar correspondiente, después de celebrárselo (refuerzo verbal).
Al principio está consiguiendo sus “ok” con ayuda, instándole a que realice la conducta deseada. Para ello también me ayudo de los compañeros/a, en el sentido de que le sirven de modelo de buena conducta y por ello son elogiados. No obstsante, la pretensión es ir reduciendo la ayuda para que llegue a instaurarse de manera natural. Al final de la mañana, cuando debe escribir en su cuaderno de aprendizaje, observamos los “ok” conseguidos y él debe decir el porqué los ha conseguido, para tomar conciencia de la conducta deseada. Además, deberá expresar si se siente contento, alegre o feliz.
El alumno disfruta mucho con los halagos y el reconocimiento de sus actos, por lo que el sistema de recibir “ok” es gratificante en sí mismo.